Berlín, Alemania (Weltexpress). El islote más septentrional de Estonia, Vaindloo, está deshabitado y mide apenas 600 metros de largo y 200 metros de ancho. No hay instalaciones militares ni recursos minerales. Sin embargo, este punto perdido en la inmensidad del mar Báltico podría proporcionar a los halcones de la UE/OTAN el pretexto para la tan ansiada guerra con Rusia.
Si se hubiera confiado ciegamente en la histeria belicista de los políticos alemanes y de la UE/OTAN y sus aduladores mediáticos, se podría haber creído que el tan ansiado enfrentamiento armado directo con Rusia era inminente. En Alemania, fue sobre todo la radiotelevisión pública —desde ARD hasta Deutschlandfunk— la que presentó el incidente del 19 de septiembre de 2025 como algo grave y tremendamente amenazador, especialmente para nuestra seguridad en Alemania y, en general, para los países miembros de la UE y la OTAN. ¿Qué había sucedido?
En el incidente, supuestamente trascendental, tres aviones de combate rusos MiG-31, en su camino desde su base aérea cerca de San Petersburgo a una base en Kaliningrado (antes Königsberg), violaron supuestamente durante doce minutos el espacio aéreo estonio y, por tanto, de la OTAN, sobre la isla de Vaindloo. En los días siguientes, los medios de comunicación alemanes y europeos se hicieron eco de esta «peligrosa» y «descarada escalada» de los imprevisibles rusos en un contexto ya de por sí muy peligroso.
Pero, ¿qué ocurrió exactamente? Para ello, primero debemos echar un vistazo al mapa adjunto. En él podemos ver a primera vista que los propagandistas belicistas han exagerado enormemente el supuesto peligro de la «intrusión rusa en el espacio aéreo de la OTAN». Además, los rusos han negado que sus MIG hayan abandonado la parte oriental del mar Báltico, aunque, dada la estrechez del corredor, solo se necesita una pequeña desviación del rumbo para entrar involuntariamente en el espacio aéreo estonio a la altura de Vaindloo, el islote más septentrional de Estonia.

Como se ha señalado al principio, Vaindloo está deshabitada, tiene apenas seis campos de fútbol de largo y 200 metros de ancho. No hay instalaciones militares ni recursos minerales. Sin embargo, este punto perdido en la inmensidad del mar Báltico podría proporcionar a los halcones de la UE/OTAN la excusa para la tan ansiada guerra con Rusia. Como isla estonia, la soberanía territorial de Estonia —y, por tanto, también el espacio aéreo de la OTAN— se extiende doce millas náuticas alrededor del islote, llegando así hasta el estrecho corredor de tránsito internacional. Todo el tráfico aéreo y marítimo de San Petersburgo a Kaliningrado pasa por este corredor de tránsito, especialmente estrecho en este punto. Y los belicistas de la OTAN quieren cerrar este cuello de botella con la ayuda de su enano venenoso, Estonia, y aislar a Rusia, lo que sin duda provocaría una respuesta liberadora por parte de Rusia.
Los belicistas occidentales no han presentado pruebas de que la violación del espacio aéreo por parte de los MIG haya tenido lugar realmente. En cambio, repiten constantemente la declaración del ministro de Defensa estonio, que no tiene los medios técnicos para afirmar tal cosa (Estonia tiene aproximadamente la mitad de habitantes que Colonia). Ni él ni sus partidarios occidentales han presentado imágenes de satélite que puedan respaldar su afirmación.
Sin embargo, sobre todo en los medios de comunicación alemanes, cada vez más políticos y «expertos en defensa» se han pronunciado en el sentido de que, si se repitiera una violación de este tipo del espacio aéreo de la OTAN por parte de los rusos, habría que actuar de inmediato y derribar a los peligrosos intrusos. El hecho de que una acción de este tipo, justo en las puertas de Rusia, provocaría inevitablemente una respuesta adecuada por parte de Moscú y nos llevaría al borde o al abismo de una gran guerra, no parece interesar a ningún seguidor del nuevo culto suicida y apocalíptico de la belicosidad en Berlín.
En cambio, los propagandistas de la guerra intentaron vincular la supuesta provocación de los tres MIG-31 con las supuestas amenazas híbridas rusas mediante vuelos de drones sobre gallineros polacos y aeropuertos civiles en Noruega, Copenhague, Múnich, etc., para hacer que la supuesta amenaza pareciera aún más peligrosa. Mientras tanto, se ha descubierto que ninguno de estos drones tenía nada que ver con Rusia.
A pesar de ello, la cobertura mediática continuó en toda la UE como si nada hubiera pasado, como si los pilotos de los drones no hubieran resultado ser ciudadanos inofensivos que querían probar —sin autorización— su última adquisición. La propaganda bélica invocó con grandilocuencia la unidad de la alianza de la OTAN, se celebraron consultas de la OTAN en el marco del artículo 4 de la Carta de la OTAN y se lanzaron advertencias oficiales a Rusia sobre los riesgos de un error de cálculo en el Báltico. A continuación se ofrecen algunos ejemplos de titulares fabricados por los medios de comunicación alemanes:
- «Estonia: tres aviones de combate rusos invaden ilegalmente el espacio aéreo» (Tagesschau, 19 de septiembre): se centró en la entrada no autorizada y la acción de interceptación de la OTAN.
- «Moscú responde a la acusación de la OTAN de violación del espacio aéreo» (DW, 20 de septiembre): destacó la refutación de Moscú en medio de los incidentes en Estonia y Polonia.
- «¿Derribo de aviones de combate rusos? Una línea muy fina» (BR24, 22 de septiembre): discutió los umbrales de escalada tras las conversaciones de la ONU.
Ejemplos de titulares de la UE:
- «Aviones de combate rusos violan el espacio aéreo de la OTAN en una incursión «peligrosa»» (Politico, 19 de septiembre): destacó el papel de los aviones italianos en la operación de interceptación cerca de Tallin;
- «Estonia solicita la consulta de la OTAN tras la violación de su espacio aéreo por aviones rusos» (BBC, 20 de septiembre): mencionó la invocación del artículo 4 y los paralelismos con los drones.
- «Aviones de combate rusos, en una incursión descarada, pasan más de 10 minutos en el espacio aéreo estonio» (EU Perspectives, 19 de septiembre): describe la descarada incursión rusa en el espacio aéreo estonio.
Ejemplos de histeria belicista y llamamientos a derribar aviones rusos.
La retórica mediática tras el incidente reforzó los temores de que Rusia estuviera «poniendo a prueba» a la OTAN. Por lo tanto, había que poner fin a las agresiones rusas y derribar a los intrusos. Rusia lo rechazó como «paranoia» occidental, pero las voces belicistas y escaladoras de la prensa alemana y de la UE calificaron la moderación de debilidad.
- CNN (21 de septiembre): «Los aliados europeos advierten que derribarán aviones o drones rusos»: informó de que los enviados británicos, franceses y alemanes habían señalado en privado a Moscú que se esperaba fuego real en caso de futuras violaciones del espacio aéreo. Al mismo tiempo, la cadena calificó las anteriores operaciones de interceptación pacíficas como «disuasión insuficiente».
- BR24 (22 de septiembre): «¿Derribar aviones de combate rusos? Una línea muy fina», argumentó que la OTAN debe preparar «medidas decisivas», como derribar aviones, para evitar una «pista resbaladiza hacia la invasión» (por parte de Rusia).
- Al Jazeera (25 de septiembre): «¿Está Rusia poniendo a prueba a la OTAN con incursiones aéreas?». Citó a expertos bálticos que instaban a que «los países de la OTAN derribaran aviones rusos» para mostrar su determinación, y calificó la inacción como «una invitación a la guerra híbrida».
- Forces News (23 de septiembre): la cobertura de la reunión de la ONU señaló un «aumento de las tensiones» con llamamientos a «reglas de combate preventivas», mientras que Rusia se burlaba de ello calificándolo de «histeria» que justifica el aumento del armamento de la OTAN.
Sin embargo, también hubo algunas voces críticas (como el sitio web WSWS) que condenaron la «propaganda de escalada bélica» de la OTAN.
Decisiones de escalada de la OTAN para Estonia y los diminutos y tóxicos Estados bálticos (2025)
Tras el inicio de la operación militar especial rusa en Ucrania el 24 de febrero de 2022 y, de nuevo, a raíz de los últimos incidentes, que se han exagerado, la OTAN ha seguido intensificando su presencia en su «frente oriental», entre otras cosas mediante la «Presencia Avanzada Reforzada (eFP)» y nuevos compromisos. Las decisiones importantes se centran en los grupos de combate, las brigadas y el apoyo de los llamados países anfitriones: los tres envenenados y diminutos Estados histéricamente antirrusos de Estonia, Letonia y Lituania:
- Creación de la Brigada Multinacional de la OTAN en Letonia (julio de 2024, operativa en 2025): Letonia acoge una brigada completa (más de 5000 soldados, liderada por Canadá/Alemania), y se prevén mejoras similares para Lituania en 2026.
- Cumbre de la OTAN en La Haya (25 de junio de 2025): los aliados se comprometieron a destinar el 5 % del PIB a la defensa para 2030; mejora de la defensa aérea y antimisiles de los Estados bálticos, incluidos los sistemas Patriot integrados en Estonia.
- Ampliación de la iniciativa de seguridad de Estados Unidos para los países bálticos (septiembre de 2025): paquete de ayuda de 4200 millones de dólares para sistemas HIMARS; tropas rotatorias en Estonia (hasta 2000 efectivos estadounidenses en total en los países bálticos); el Congreso de EE. UU. insta a la sostenibilidad en medio de las revisiones de la Administración Trump.
- Planes de evacuación masiva/contingencia bálticos (octubre de 2025): ejercicios conjuntos para el traslado de entre el 10 % y el 30 % de la población (en Estonia, unas 130 000 personas); incluye fronteras fortificadas y el restablecimiento de campos de minas (retirada del Tratado de Ottawa).
- Grupos de combate de presencia avanzada mejorada (iniciados en 2025): grupo liderado por el Reino Unido en Estonia, Canadá en Letonia y Alemania en Lituania; rotación de 1500 soldados cada uno, a partir de 2025; además, escuadrones F-35 y unidades cibernéticas.
- Compromiso de defensa de Estonia (septiembre de 2025): el 5 % del PIB (2026-2029) para infraestructuras de países anfitriones que permitan despliegues más rápidos de la OTAN.