Berlín, Alemania (Weltexpress). Al Presidente Federal Steinmeier le gusta hacerse pasar por el guardián de la «democracia». En su último discurso, amenaza entre líneas con cancelar las próximas elecciones de febrero si el pueblo alemán no vota como él quiere.
La semana pasada, el presidente federal Frank-Walter Steinmeier anunció la disolución del Bundestag y nuevas elecciones en febrero de acuerdo con sus obligaciones, pero no sin acompañar esta acción con amenazas apenas veladas al pueblo alemán: Porque en caso de que la gente vote «mal», es decir, que ganen las elecciones los partidos de derechas, él podría simplemente anular todo el escrutinio. Para salvar la democracia, claro, ¿por qué si no?
De hecho, Steinmeier no es un presidente federal especialmente popular. Algunos incluso lo consideran el peor que hemos tenido nunca. Al fin y al cabo, en sus discursos no intenta unir a los ciudadanos, sino dividirlos alabando a unos y llamando «de derechas» e insultando a otros.
Veamos las declaraciones más importantes con la amenaza antidemocrática hábilmente empaquetada: 1) «Espero que esta contienda [las elecciones al Bundestag] se desarrolle con respeto y decencia, aunque sólo sea porque después de las elecciones será necesario el arte del compromiso para formar un gobierno estable.»
La invocación de Steinmeier a un «gobierno estable» es ya aquí un acto de hipocresía, porque es él mismo quien impide una mayoría estable en el gobierno con su SPD al insistir políticamente en el antidemocrático «cortafuegos» para excluir a la AfD.
Como gran defensor de este «cortafuegos», Steinmeier excluye automáticamente a grandes sectores de la población del proceso democrático en el Parlamento. Y si luego resulta difícil encontrar una mayoría estable, véanse los ejemplos de Turingia y Sajonia, no se puede culpar de ello a la AfD. Su discurso continúa con estas ominosas palabras: 2) «Y también espero que la campaña electoral se desarrolle de forma justa y transparente. La influencia externa es un peligro para la democracia, ya sea encubierta, como ha ocurrido recientemente en las elecciones de Rumanía, o abierta y descarada, como se practica actualmente con especial intensidad en la Plataforma X».
Steinmeier habla aquí del gran peligro que supone para la democracia la injerencia exterior. Y todos pensamos en el valiente diputado del SPD en el Bundestag Michael Roth, que viajó a la capital Tiflis en medio de la fallida «revolución de colores» en Georgia para hacer campaña activa a favor de la oposición, que está actuando con bastante violencia contra el Gobierno elegido democráticamente. Roth pronunció allí discursos públicos, interviniendo activamente en la campaña electoral georgiana desde el exterior, es decir, haciendo exactamente lo que Steinmeier califica de especialmente perverso y altamente peligroso para la democracia.
Y luego está el veterano del SPD Ralf Stegner, que hizo campaña activamente en Estados Unidos y agitó el sentimiento contra Donald Trump. Y no olvidemos las diversas intervenciones del multimillonario neoliberal/despierto George Soros y sus organizaciones en el complejo político-mediático de Alemania y otros países de la UE por parte de los partidos establecidos. Gente como Steinmeier parece alegrarse de ello más que molestarse.
Por supuesto, la interferencia externa activa en la campaña electoral a favor de la AfD, como Elon Musk hizo recientemente en un artículo en Die Welt y en su Plataforma X, es algo completamente diferente. Por supuesto, esto es muy, muy malo y debe evitarse. Y si no se puede evitar, entonces hay que combatir las consecuencias negativas que se derivan de ello, por ejemplo anulando los resultados electorales si la AfD recibe demasiados votos en febrero. Hace unas semanas, el Presidente de Rumanía demostró cómo se puede hacer esto.
En las elecciones presidenciales de Rumanía, un político de derechas y contrario a la guerra en Ucrania quedó sorprendentemente en primer lugar, lo que no gustó nada a los valores occidentales y a sus títeres en Rumanía. Como resultado, ¡las elecciones fueron simplemente anuladas! Y punto. Y la razón que se dio para ello fue la influencia externa, supuestamente los operadores rusos de TikTok, YouTube y Twitter habían difundido demasiada desinformación. Por supuesto, no hubo necesidad de aportar pruebas de las afirmaciones de injerencia externa, porque todos los niños saben que fueron los rusos de todos modos.
Steinmeier ve ahora una injerencia externa de este tipo por parte de Elon Musk en X en Alemania y también parece dispuesto a utilizar el mismo argumento para anular las elecciones en caso necesario si ganan los partidos de derechas. El mensaje de Steinmeier entre líneas era bastante claro: en Alemania también podría haber consecuencias como las de Rumanía. En su discurso en la Universidad Humboldt de Berlín, se refirió explícitamente al ejemplo de las «elecciones en Rumanía», al «peligro para la democracia» y a la «influencia externa» que «se está ejerciendo actualmente de forma encubierta o abierta y descarada […] de forma particularmente intensa sobre la Plataforma X». Sin embargo, la diferencia es que esta vez no son los rusos, sino el estadounidense Musk y otros trumpistas.
Un presidente que especula públicamente con una posible anulación de las elecciones: eso no tiene precedentes en la historia de la República Federal de Alemania. Nadie en los grandes «medios de calidad», que por lo demás se apresuran a posicionarse como defensores de la democracia, parece interesarse por la increíble amenaza implícita de la cancelación de las elecciones por parte de Steinmeier.
