Berlín, Alemania (Weltexpress). Los multimillonarios sionistas estadounidenses, con el apoyo del presidente Trump, han fundado una organización para impedir la reelección del congresista Thomas Massie, un destacado crítico del apoyo de Trump a las guerras de Israel.
Trump dijo recientemente a un destacado donante judío estadounidense: «Mi gente (los votantes de MAGA) está empezando a odiar a Israel». Trump no considera que el responsable de este cambio de opinión entre los votantes republicanos sea su íntimo amigo, el racista israelí Netanyahu, buscado por genocidio por la Corte Penal Internacional, sino sobre todo su principal crítico dentro de las propias filas republicanas en la Cámara de Representantes del Congreso: Thomas Massie.
Massie no ha seguido a Trump en sus numerosos giros de 180 grados, ya sea en lo que respecta al aumento de la deuda pública, que Trump quiere elevar a niveles estratosféricos, o a la ampliación de las guerras en Oriente Medio o Ucrania. De hecho, Trump está haciendo hoy todo lo que condenó con firmeza antes de las elecciones y prometió abolir.
Veamos ahora qué ha hecho el malvado Thomas Massie para que Trump no dude en recurrir a métodos deshonestos para impedir su reelección en su circunscripción de Kentucky en otoño de 2026. En el ataque contra Massie lanzado personalmente por Trump el 22 de junio de este año, este es tildado de «anti-MAGA» y Trump insta a los seguidores de MAGA a «evitarlo como a la peste».
Massie, que antes de las elecciones presidenciales era un firme partidario de Trump, se ha convertido desde entonces en uno de sus adversarios políticos más acérrimos en el Congreso estadounidense, dominado por los republicanos. Por ejemplo, se ha opuesto firmemente a la «gran y hermosa ley presupuestaria» («Big and Beautiful Bill») de Trump. Dado que el proyecto de Trump solo podría financiarse con 2 billones (2000 mil millones) de dólares de nueva deuda, Massie ha reprochado a Trump en debates públicos en el Congreso que haya incumplido su promesa electoral de poner fin al endeudamiento irresponsable del Gobierno anterior de Biden. Dado que Trump está extraordinariamente orgulloso de su «gran y hermosa ley presupuestaria», la oposición de Massie supone un insulto inexcusable para el narcisista de la Casa Blanca.
Igualmente inexcusable para Trump es el hecho de que Massie no se sumara al entusiasmo general que se desató en Washington tras la guerra de agresión brutal, no provocada y contraria al derecho internacional que Trump y sus hermanos de armas sionistas lanzaron contra Irán el 21 de junio. En cambio, Massie condenó enérgicamente la guerra de agresión despiadada de Trump y Netanyahu, por lo que Trump y sus aduladores lo acusan públicamente de «hacer causa común» con los ayatolás iraníes. Además, según Trump, Massie no muestra ningún respeto por las maravillosas hazañas del excepcional ejército estadounidense en Irán.
En un texto publicado en Truth Social por el propio Donald J. Trump en @realDonaldTrump el 22 de junio de 2025 a las 12:58, es decir, un día después del bombardeo estadounidense sobre Irán, Trump lanzó su ataque rencoroso y difamatorio contra su «compañero de partido» republicano Massie, de Kentucky. Trump describe a Massie como «un egocéntrico simplón que cree que es buena política que Irán posea armas nucleares de última generación, a pesar de que, según Trump, el país grita regularmente «muerte a Estados Unidos»». Massie no pertenece al movimiento MAGA (Make America Great Again). Es una «fuerza negativa que casi siempre vota «no», independientemente de la calidad de las cuestiones».
Uno de los puntos centrales de las críticas de Trump es que Massie no quiso participar en «el espectacular éxito militar» contra Irán, lo que se considera una prueba más de su incompetencia. Massie es débil, ineficaz e irrespetuoso con el ejército, «cuya brillantez y valentía no reconoce en este contexto». Massie vota sistemáticamente en contra de todas las propuestas, por muy positivas que sean para el país. Trump instó a Massie a que abandonara su «espectáculo falso» y se comprometiera con Estados Unidos, algo de lo que, según él, es incapaz, etcétera, etcétera. Al final de su panfleto, Trump promete intervenir con dureza en las próximas primarias de Kentucky para apoyar al contrincante de Massie.
Poco después de este desahogo en X, Trump encargó a sus principales estrategas políticos, Tony Fabrizio y Chris LaCivita, que crearan y dirigieran un super PAC para movilizar a MAGA contra Massie y evitar que fuera reelegido. LaCivita declaró al medio de comunicación estadounidense Axios que la organización haría «todo lo necesario» para expulsar a Massie del Congreso. Y ahora viene un ejemplo paradigmático de cómo funcionan las elecciones en la gran democracia modelo estadounidense, en la que también influye fuertemente el sionismo en todos los niveles de la política.
En primer lugar, conviene explicar brevemente qué es un super-PAC. Se trata de una estructura única en Estados Unidos que garantiza que solo lleguen al Congreso las personas que se pueden comprar con dinero. Funciona así: Super-PAC (Political Action Committee) significa «comité de acción política superior», que puede recaudar y gastar cantidades ilimitadas de dinero para influir en las elecciones, siempre que no colabore directamente con candidatos o campañas. Los Super-PAC suelen financiar publicidad, mítines u otras actividades políticas para apoyar o combatir a candidatos. Los super PAC fueron posibles gracias a la decisión del Tribunal Supremo en el caso Citizens United contra la Comisión Federal Electoral de 2010, que relajó las restricciones a la financiación de las campañas electorales.
El super PAC contra Massie recibió el nombre de «MAGA-Kentucky». Se fundó pocos días después de los ataques del presidente Trump contra Massie en las redes sociales, ya que Massie había condenado enérgicamente el envío de tropas estadounidenses por parte de Trump para la guerra de Israel contra Irán. Es evidente que aquí se tocaban intereses fundamentales de los sionistas israelíes y de los políticos estadounidenses a sueldo o chantajeados por ellos. Pero Massie había criticado otras injusticias, lo que enfureció especialmente a los sionistas.
Además de rechazar la ayuda militar y financiera para apoyar el genocidio de Israel en Gaza, Massie también votó en el Congreso en contra de un nuevo proyecto de ley para censurar la libertad de expresión, que convertiría las críticas a Israel en un delito punible.
Se trata de la Ley de Concienciación sobre el Antisemitismo, que utiliza una definición amplia y ambigua de antisemitismo para amenazar con sanciones a las universidades cuyos estudiantes critiquen la ideología política del sionismo o comparen las acciones del Gobierno israelí en Gaza con las de la Alemania nazi.
Por si fuera poco, en abril de este año, el inconformista Massie presentó en el Congreso la ley de «divulgación de la doble lealtad», que obligaría a todos los candidatos a cargos federales a revelar su doble nacionalidad no estadounidense. Los sionistas estadounidenses se lanzaron inmediatamente a la barricada y acusaron a Massie, como no podía ser de otra manera, de antisemitismo, pero Massie insistió en que su ley no estaba dirigida contra ningún país en concreto. En una entrevista con Fox News, planteó la siguiente pregunta: «Juramos lealtad a la Constitución, y la pregunta es: si eres ciudadano de dos países, ¿qué juramento te tomas más en serio, o puedes tomarte ambos por igual?».
Mientras tanto, el super PAC anti-Massie, llamado «MAGA-Kentucky», se puso manos a la obra para recaudar fondos. El nombre pretendía dar la impresión de que el super PAC estaba respaldado y promovido por seguidores de MAGA en Kentucky. Sin embargo, la divulgación de los documentos del super PAC el jueves de la semana pasada reveló que el nombre era engañoso, ya que ni Kentucky ni MAGA figuraban en el super PAC. El super PAC «MAGA-Kentucky» está financiado en su totalidad por tres multimillonarios judíos estadounidenses de Nevada, Nueva York y Florida. Los tres son activos partidarios de los extremistas racistas violentos del Gobierno de Netanyahu y, al mismo tiempo, son los patrocinadores financieros de docenas de ONG sionistas en Estados Unidos e Israel, muchas de las cuales se han comprometido con objetivos extremistas.
Según el primer informe financiero presentado el jueves ante la Comisión Federal Electoral, solo había tres donantes para el super PAC «MAGA-Kentucky»:
- Un millón de dólares procedía del gestor de fondos de cobertura neoyorquino Paul Singer, que también financia un think tank estadounidense proisraelí y otras organizaciones pro sionistas, y que ya había presionado con éxito a Trump durante su primer mandato para que se retirara del acuerdo nuclear con Irán.
- 250 000 dólares procedían de un gestor de fondos de cobertura de Florida, John Paulson.
- 750 000 dólares estadounidenses fueron aportados por el super PAC «Preserve America», también dirigido por el director político de Trump, LaCivita, y financiado principalmente por Miriam Adelson y, anteriormente, por su difunto marido, Sheldon Adelson.
Si se examinan más de cerca los mecenas de este super PAC «MAGA-Kentucky», al menos dos de ellos pueden causar escalofríos:
Paul Singer es un gestor de fondos de cobertura judío-estadounidense, ferviente sionista y partidario del régimen racista y de extrema derecha de Netanyahu en Israel. Cada año, gasta decenas de millones de dólares de su fortuna personal, estimada en 6100 millones de dólares (fuente: Forbes 2024), en ocho think tanks y super PAC estadounidenses pro sionistas y activos en la política, así como otros millones en organizaciones sionistas con sede en Israel y orientación internacional. Con su fondo de cobertura, gestiona activos por valor de unos 65 000 millones de dólares, sin descuidar su fuerte compromiso con los intereses estratégicos de los sionistas en Israel.
El gestor de fondos de cobertura John Paulson, de Florida, también es de origen judío y creció en un entorno fuertemente influenciado por la cultura y la religión judías en Nueva York. A diferencia de Paul Singer, que financia casi sin excepción think tanks y proyectos pro sionistas y políticamente activos, las donaciones de Paulson se centran principalmente en los ámbitos de la educación y la cultura en Israel. Sin embargo, siempre ha hecho una excepción en las campañas electorales estadounidenses y ha apoyado con donaciones considerables a candidatos pro sionistas, entre ellos un millón de dólares estadounidenses al super PAC de Mitt Romney «Restore Our Future» en 2011, así como repetidas donaciones a Donald Trump durante la campaña electoral y, actualmente, 250 000 dólares estadounidenses al super PAC «MAGA-Kentucky» para derrotar al popular republicano y crítico de Trump Massie.
Miriam Adelson, nacida en Israel en 1945, proviene de la familia judía Farbstein de Polonia. Es viuda del recientemente fallecido multimillonario de Las Vegas Sheldon Adelson. Su fortuna se estima en 29 500 millones de dólares (Forbes), lo que la convierte en la israelí más rica y la 58.ª persona más rica del mundo. Tiene doble nacionalidad israelí y estadounidense y es una ferviente sionista que utiliza abiertamente su fortuna para los objetivos criminales y genocidas del régimen de Netanyahu.
Así, Adelson es una gran donante de grupos sionistas radicales en Estados Unidos, como la «Organización Sionista de América» (ZOA), un grupo extremista que apoya el genocidio en la Franja de Gaza y combate el antisionismo en Estados Unidos como «antisemitismo». También está muy comprometida financieramente con la «US Foundation for Defense of Democracies» (FDD, «Fundación para la Defensa de las Democracias»), un think tank neoconservador que «promueve» una política agresiva hacia Irán y unos fuertes lazos entre Estados Unidos e Israel. La FDD colabora estrechamente con funcionarios del Gobierno israelí.
Entre las más de diez organizaciones extremistas sionistas a las que Adelson apoya con grandes sumas de dinero se encuentra «HaShomer HaChadash» en Israel. Se trata de una «milicia voluntaria» armada, supuestamente sionista, que en teoría apoya a las granjas de colonos en Cisjordania. Sin embargo, de sus filas surgen fanáticos extremadamente peligrosos y ladrones de tierras que expulsan a familias palestinas de sus hogares y, si se les oponen, no dudan en asesinar, ya que saben que cuentan con la protección de las fuerzas de seguridad, la policía y el ejército israelíes, y que Miriam Adelson les protege con su poderosa y influyente mano.
Solo entre 2019 y 2022, Adelson donó alrededor de 6 millones de dólares estadounidenses para apoyar la expansión de los asentamientos en Cisjordania. Con su periódico Israel Hayom, el más grande y de mayor tirada de Israel, apoya los objetivos criminales del régimen de Netanyahu en general y, en particular, los de los colonos ilegales.
Estos tres multimillonarios se han aliado en el super PAC «MAGA-Kentucky». El nombre en sí mismo es engañoso por dos razones: no solo porque ninguno de los donantes proviene de Kentucky, sino también porque su principal motivo, derrocar a Massie por su oposición a la financiación estadounidense de las guerras de Israel y a la participación de Estados Unidos en ellas, dista mucho de ser un objetivo de MAGA.
Sin embargo, la preocupación de los sionistas está justificada, ya que Massie podría convertirse en un modelo para un verdadero movimiento «America First». Por ejemplo, la representante republicana Marjorie Taylor Greene, de Georgia, presentó recientemente una enmienda para eliminar la ayuda militar a Israel de la nueva ley presupuestaria para el ejército estadounidense y acusó a Israel de genocidio en Gaza. Por lo tanto, no sería sorprendente que pronto surgiera un «
