Estados Unidos se acerca a un acuerdo con Irán: tensión en Oriente Medio

Leviatán USA. © CC por US Navy

Berlín, Alemania (Weltexpress). En abril de 2025, las conversaciones indirectas entre Estados Unidos e Irán, primero en Omán y luego en Roma, han despertado un cauto optimismo. Los negociadores de ambas partes elogian las discusiones como constructivas y han acordado nuevas reuniones. El enviado de Trump, Steve Witkoff, navega con la habilidad de un piloto experimentado por los escollos diplomáticos, mientras que las señales positivas tanto de los principales políticos de ambos bandos como de los expertos y los mercados dibujan un panorama esperanzador. Los retos son enormes. La perspectiva de comprometer a Irán a no militarizar su programa nuclear y, al mismo tiempo, evitar un conflicto costoso, posiblemente militar, estabilizaría de forma duradera esta volátil región.

Los comentarios en los medios de comunicación relevantes también apuntan a que Estados Unidos se ha acercado a un acuerdo con Irán en las últimas conversaciones. Este optimismo se ve respaldado por acontecimientos concretos que apuntan a un posible escenario de avance.

Motivos para el optimismo

Las señales apuntan al éxito, según el exanalista de la CIA y crítico de la política exterior militarista de Estados Unidos Larry Johnson. En su blog, citó durante las vacaciones de Semana Santa al ministro de Asuntos Exteriores iraní, Abbas Araghtschi, quien, tras la exitosa reunión con Estados Unidos en Roma el 19 de abril, declaró ante la prensa: «La segunda ronda de conversaciones ha sido de nuevo constructiva. Si EE. UU. sigue planteando exigencias realistas y negociando de buena fe, se puede alcanzar un acuerdo. Las conversaciones entre expertos nucleares de nuestros países comenzarán el miércoles en Omán, y el sábado, también en Omán, la tercera ronda de conversaciones debatirá los resultados de los expertos. Si se alcanza un acuerdo nuclear, la OIEA se encargará de la supervisión, sin participación de terceros, incluidos EE. UU.».

En opinión de Johnson, estas palabras subrayan la determinación de ambas partes de encontrar una solución. De hecho, los medios de comunicación de ambos países, tanto iraníes como estadounidenses, han calificado las negociaciones de Roma y la planificación de nuevas reuniones como constructivas, ya que sientan las bases para un diálogo duradero. Al mismo tiempo, Donald Trump ha moderado su retórica, mientras que Irán se ha mostrado abierto a un nuevo acuerdo. Los expertos internacionales, especialmente los rusos y chinos, también comparten el objetivo de impedir el desarrollo de armas nucleares iraníes y, al mismo tiempo, lograr un alivio económico en Irán mediante el levantamiento de las sanciones estadounidenses y estabilizar los mercados internacionales de la energía. Las reacciones de los mercados financieros refuerzan este optimismo. Tras las conversaciones de Roma, los precios del petróleo bajaron considerablemente. Estos acontecimientos son señal de confianza en una distensión geopolítica, a pesar de los retos que siguen pendientes. El compromiso diplomático sigue siendo firme, con el apoyo de Rusia y China, lo que aumenta las posibilidades de éxito.

Perspectivas de paz

El proceso diplomático comenzó con dificultades, con una ronda de conversaciones decisiva el 12 de abril de 2025 en Omán, seguida de una segunda ronda el 19 de abril en Roma. Las conversaciones de Omán marcaron un punto de inflexión en las relaciones, que hasta entonces habían estado envenenadas. La Casa Blanca las calificó de «positivas y constructivas» y de «un paso hacia un resultado beneficioso para ambas partes». Araghtschi destacó el «ambiente tranquilo y respetuoso», sin palabras duras, en claro contraste con las confrontaciones anteriores.

Las conversaciones de Roma aprovecharon este impulso. Un funcionario estadounidense habló de «avances muy positivos», y Araghchi las calificó de «útiles y constructivas». Ambas partes acordaron celebrar conversaciones entre expertos a partir del 23 de abril en Omán y una tercera ronda de alto nivel el 26 de abril para evaluar los avances.

La habilidad diplomática de Steve Witkoff, el confidente más cercano y enviado especial de Trump, ha sido decisiva para el éxito logrado hasta ahora. Tras mostrar inicialmente su disposición a limitar el enriquecimiento de uranio por parte de Irán, exigió brevemente su cese total, antes de acordar en Roma con los negociadores iraníes la creación de un grupo de expertos encargado de elaborar un marco para el uso pacífico de la energía nuclear por parte de Irán bajo la estricta supervisión del OIEA. Araghchi subrayó: «Si Estados Unidos se mantiene realista, es posible llegar a un acuerdo».

¿Buenas perspectivas para un acuerdo?

El tono de Trump ha pasado de belicoso a pragmático, impulsado por su deseo de lograr un éxito diplomático. El 19 de abril declaró: «La situación con Irán va bastante bien. Solo quiero evitar que Irán tenga una bomba atómica. No pueden tenerla. Quiero que Irán sea un país grande, próspero y maravilloso». Estas palabras indican una disposición a negociar. El viceministro de Asuntos Exteriores iraní, Majid Takht-Ravantschi, subrayó: «Hay buenas posibilidades de llegar a un acuerdo si Estados Unidos evita exigencias irrelevantes».

Los expertos también se muestran optimistas. El analista de la CNN Barak Ravid calificó las conversaciones de Omán como «un primer paso muy exitoso», mientras que Ali Vaez, del International Crisis Group, afirmó: «Probablemente ambas partes están en la misma onda en cuanto al objetivo final». Sina Toossi, del Center for International Policy, esbozó un acuerdo destinado a la desmilitarización y la flexibilización de las sanciones. El ministro de Asuntos Exteriores de Omán, Badr al-Busaidi, subrayó que es posible alcanzar un «acuerdo justo y vinculante» en un «ambiente cordial», lo que subraya el apoyo regional. Al mismo tiempo, Rusia y China respaldan las conversaciones asegurando a Trump que mantendrán a Irán alejado de las armas nucleares.

Desarrollos estratégicos

El nuevo radar de defensa aérea Sepehr de Irán es un radar «más allá del horizonte» (OTH) con un alcance de 2000 kilómetros. Según parecen confirmar las imágenes de satélite, por fin está operativo. Se extiende a lo largo de más de 1,5 kilómetros. Puede detectar el despegue de aviones individuales o misiles balísticos a una distancia de hasta 2000 kilómetros, cubriendo así todo el territorio de Israel.

Solo un puñado de países domina esta sofisticada tecnología de radar OTH, lo que demuestra una vez más las capacidades tecnológicas nacionales de Irán. Esto le proporciona a Irán un valioso sistema de alerta temprana contra cualquier ataque aéreo. Si los servicios secretos estadounidenses confirman este informe, es probable que Tulsi Gabbard y Pete Hegseth hayan informado al presidente Trump de que Irán es capaz de detectar a tiempo los ataques aéreos de Estados Unidos o Israel y de infligir pérdidas considerables al agresor, lo que supondría para Trump todo lo contrario a un éxito propagandístico.

En este contexto, tampoco hay que pasar por alto lo que Rusia está haciendo entre bastidores para ayudar a dar forma al acuerdo entre EE. UU. e Irán, muy probablemente en coordinación con China. Al mismo tiempo, Rusia asegura a Trump que está totalmente comprometida con impedir que Irán desarrolle y utilice armas nucleares, mientras refuerza las capacidades defensivas de Irán con la tecnología armamentística más avanzada.

El factor perturbador sionista

El elemento perturbador en el camino hacia un mundo más pacífico es el primer ministro israelí Benjamin «Bibi» Netanyahu, un radical de extrema derecha buscado por la Corte Penal Internacional por acusaciones de genocidio. El experto en Oriente Próximo Alastair Crooke, que vive en el Líbano, analiza e informa regularmente en su canal Substack «Conflicts Forum» sobre noticias publicadas en hebreo exclusivamente para lectores israelíes que arrojan luz sobre la evolución interna de Israel. La última publicación sobre este tema dibuja un panorama sombrío de la política interior israelí. Según Crooke, basándose en lo que se escribe y se dice en hebreo, Netanyahu se enfrenta a problemas considerables. A continuación se presentan algunas frases clave de las publicaciones de Crooke:

  • «La lucha por el control de los servicios de seguridad israelíes se intensifica, al borde del colapso».
  • «El movimiento de protesta crece y se extiende al ejército y los servicios secretos».
  • «El 60 % de los israelíes ve un peligro real de guerra civil».
  • «El pánico de Netanyahu aumenta: teme las protestas masivas más que a nada».
  • «Altos mandos de las fuerzas de defensa: «No sabemos adónde nos llevará la guerra»».

En este contexto, Netanyahu necesita más que nunca la guerra con Irán para asegurar su poder y evitar ir a la cárcel. Él y, con él, el lobby sionista en Estados Unidos son «la variable impredecible en estas negociaciones. Harán todo lo posible para sabotear la paz que se avecina», advierte el exanalista de la CIA Johnson.

Perspectivas

Las conversaciones de finales de abril de 2025 serán decisivas. A pesar de la resistencia de Netanyahu y de la complejidad del programa nuclear iraní, el optimismo es palpable. Con el apoyo de Rusia, China y Omán, podría alcanzarse un acuerdo que impida a Irán fabricar armas nucleares y estabilice la región. Trump, bajo presión por sus fracasos en política interior, ve en el acuerdo con Irán una oportunidad para brillar en política exterior. Estados Unidos se acerca a un acuerdo y el mundo espera un avance diplomático.

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